Nuevamente los Santoleanos, descendientes y simpatizantes, nos reunimos por segundo año consecutivo en Castellote, en una comida de hermandad, de la que guardamos muchos y buenos recuerdos.

Este año por coincidir el día 16 de Abril, fiesta de nuestra patrona Santa Engracia, en Lunes, decidimos retrasar el encuentro hasta el Sábado siguiente día 21, puesto que muchos de los asistentes residen en localidades lejanas y es el fin de semana cuando mejor se acomoda para reunirnos y asi nos juntamos de Zaragoza, Puig Moreno, Valmuel, Alcañiz, Barcelona, Ordal, Hospitalet de Llobregat, Sabadell, Corbera de Llobregat, Francia, Esplús, Aguaviva, Más de las Matas, Castellote, Valderrobres, Gerona, Molins de Rei, Igualada, y Navarrete en La Rioja.

A todos nos unía el mismo deseo, pasar unas horas juntos comentado recuerdos pasados o trasmitiéndolos a las nuevas generaciones que nos acompañaron.

El encuentro fue un éxito, nos reunimos 107 comensales, que quedamos muy contentos, tanto por el ambiente que se vivió, como por la atención que tuvimos por todo el personal del Hostal Castellote.

Al finalizar la comida, nuestros amigos de Ordal, nos sorprendieron proyectado un video del año 1968, donde se recogen escenas de nuestro desaparecido pueblo, asi como personas que aparecen en él y que ya no están con nosotros. Estas imágenes fueron filmadas por un hijo de Santolea Pedro Pérez Sorribas. Gracias Pedro por este recuerdo.

La fotografía de nuestro amigo, José Sorribas Buñuel, El Conesa para nosotros, presidió la comida. Este fue uno de los momentos en el que me emocioné.

En la distintas fotografías, iran apareciendo las familias que formaron parte del encuentro y con las que tuvimos la suerte de compartir este día.

Y aqui surgió la sorpresa, el Dr. Perdiguer había confeccionado una placa que me dedicó y me entregó en nombre de todos los asistentes, que me hizo emocionar, pues no me considero merecedor de esta distinción, de la que hago partícipes a todos los asitentes, colaboradores y amigos de Santolea, tanto a los presentes, como a los que por cualquier circunstancia, no pudiron estar entre nosotros. ¡Gracias Miguel!

Terminada la comida, un grupo numeroso nos trasladamos a Santolea, para hacer una visita y nos permitiera por unos momentos soñar con lo que alli hubo y los momentos vividos entre aquellos restos, comentado o ayudando a comprender a los que lo necesitaban, lo que fue aquel pueblo.

A todos nos ha quedado un buen recuerdo de este día. Nuestro pueblo fue demolido en su día, pero nosotros jamás olvidaremos a Santolea.

El periódico La Comarca, el Martes 24 publico la noticia, a la que acompañó alguna de las fotografías que se les había facilitado. ¡Gracias a todos por ayudarnos a mantener viva la memoria de Santolea!